Septiembre ha llegado y a muchos nos ha pillado por sorpresa, como quien dice. Toca retomar rutinas, sacar las chaquetas y cazadoras, despedirnos de los bañadores y centrarnos en un nuevo curso. Pero septiembre es también un mes de nuevos comienzos, el mes de los rezagados que aún no hemos cumplido con todos esos propósitos que nos hacíamos en enero. Es una nueva oportunidad para ser responsables, sanos y trabajadores. Y es que no podemos negar que el verano siempre acarrea cambios importantes que afectan a nuestros hábitos, provocando a menudo que comencemos el otoño en baja forma.
Pero… ¿es necesario olvidar el ocio? ¿Ya no podemos hacer planes, salir, probar experiencias? ¿Se acabó el tiempo libre con nuestra pareja? ¡Qué va! Septiembre trae un nuevo curso cargado de planes y opciones para disfrutar con quien deseemos.
Por todo esto, hoy os contaremos nuestra experiencia en Sano Center, un entrenamiento en pareja realizando un fantástico plan para abordar por fin ese propósito tan popular y a la vez tan abandonado que es ponerse en forma. Te traemos el entrenamiento en pareja personalizado en Sano Center.
¿Os suena Sano Center?
Sano Center es una cadena de centros de entrenamiento personal con un concepto innovador y centrado totalmente en las necesidades de sus clientes. No se parece a los gimnasios a los que podemos estar acostumbrados, cada vez más abarrotados o con pocos servicios personalizados. Sano Center busca justo eso, destacar la individualidad de la persona y centrarse en hacer de la experiencia deportiva una actividad placentera, trabajando siempre en función de las características físicas y objetivos de cada persona.
En Granada, Sano Center se encuentra en pleno centro, en la Carrera de la Virgen, y sus horarios son muy flexibles a las necesidades y demandas de los usuarios. Nada más entrar llama la atención sus magníficas instalaciones, principalmente en tono verde y negro, los colores de su marca, y, por supuesto, la inmejorable atención recibida por parte de su personal. Quizás este es el mejor punto a destacar de la experiencia en Sano Center, donde el equipo profesional se esfuerza por trabajar con el objetivo de encontrar qué es realmente lo que necesita su cliente y cómo poder ofrecerlo de forma que se sienta a gusto y cómodo.
Primero nos enseñaron las diferentes salas con las que cuentan, que se utilizan para sesiones en grupo, individuales o entrenamiento en pareja según los horarios y necesidades y, después, nos invitaron a entrar a los vestuarios para dejar nuestros bolsos de deporte y prepararnos para comenzar la sesión. Éstos, siguiendo con la línea general de decoración, cuentan con todos los detalles posibles para que la experiencia sea completa y sencilla, facilitando incluso productos para la ducha, para el cabello o para el cuerpo.
Una vez listos y preparados para comenzar, Joaquín, el coordinador de las nuevas incorporaciones al centro, nos explicó todo lo necesario sobre las instalaciones y las posibilidades de entrenamiento, y nos fue presentando a todo el equipo. Además, nos enseñó las fichas que completan los nuevos clientes, en las que se contestan preguntas básicas sobre hábitos, experiencia en deporte y actividad deportiva, objetivos y gustos. Es realmente interesante comprobar que siempre el objetivo primordial con el que ellos invitan a los clientes a trabajar es la salud, independientemente de que además se busque pérdida de peso, tonificación, resistencia… Es el concepto más importante de los centros Sano, como su propio nombre indica. Asimismo, es muy gratificante comprobar que el equipo se preocupa de detalles tan básicos como la música que prefieres escuchar durante la sesión de entrenamiento. Así, a ritmo de Izal y Vetusta Morla entre otros, comenzamos nuestra experiencia en Sano Center.
Nuestro entrenamiento en pareja
Juande fue nuestro entrenador, que nos acompañó y guió durante toda la sesión, explicándonos, controlando, corrigiendo y ofreciendo feedback ante cada duda.
Comenzamos con unos ejercicios de calentamiento activando todas las partes del cuerpo; estos ejercicios servían a su vez como pequeña evaluación para conocer las capacidades y debilidades de cada uno, de manera que la sesión fuese segura y en base a la realidad individual de cada persona. Seguidamente comenzamos un recorrido de seis ejercicios tipo con unas doce repeticiones cada uno.
Después, nos enseñó y preparó un pequeño recorrido de otros cinco ejercicios de entrenamiento de alta intensidad y finalmente acabamos la sesión con unos estiramientos y ejercicios de relajación.
Acabamos cansados, sudados y (unos más que otros) con conciencia de la baja forma en la que nos encontrábamos. Pero muy satisfechos con el desarrollo de la experiencia y, sobre todo, del excelente trato recibido. Juande adaptó totalmente la sesión. Combinando la experiencia en pareja con la capacidad y el nivel de cada uno, sin que dejase de ser un reto y un aprendizaje, ya que las explicaciones y correcciones individuales son difíciles de encontrar en otros contextos de centros deportivos.
¿Recomendable?
¡Por supuesto! Es posible realizar una prueba gratuita de estos servicios, así que no valen las excusas. Como entrenamiento en pareja es una maravillosa opción. Estamos logrando una mejor adherencia al entrenamiento –puesto que vamos con la persona con la que nos gusta pasar más tiempo- y estamos compartiendo una actividad juntos. Además, esta actividad implica beneficios para ambos, mejorando nuestra salud y nuestra forma física. ¿Se os ocurren opciones que integren todo esto? Es cierto que los precios no son bajos, pero en cuanto a experiencia es muy interesante; después, cada uno decidirá si está interesado o no en estos servicios a largo plazo.