La Selva de Irati se nos descubre como uno de los paisajes más espectaculares del Pirineo Navarro. Un lugar en plena naturaleza donde disfrutar del senderismo y la montaña.
La Selva de Irati se sitúa en los Pirineos de Navarra, entre los valles de Aezkoa y Salazar, dos valles bien diferentes que sin duda tenéis que recorrer para observar sus particularidades. Este tesoro natural combina paisajes de colores vivos que cambian con cada estación, con un otoño realmente excepcional que destaca por demás.
Nos encontramos ante uno de los bosques mejor conservados. Creado por una frondosa malla tejida por la combinación de abetos y hayas, este bosque es considerado el segundo hayedo-abetal más grande de Europa. Además, es una zona de diversos espacios protegidos, como son las Reservas Naturales de Mendilatz y Tristuibartea justo en el monte Petuberro junto a la Reserva integral de Lizardoia que está en el monte La Cuestión, así como toda la selva es una Zona de Especial Protección de Aves, entre lo que podemos destacar a los entrañables pájaros carpinteros, todo un regalo para la vista por la dificultad de su avistamiento. Esta última Reserva fue declarada Patrimonio de la Humanidad en el año 2017.
Con tanto camino y tanto que ver en este suculento paisaje, no podemos obviar que encontramos idílicos lugares donde alojarnos, como es la propuesta de Irati Barnean que plantea dormir en un iglú perdidos en medio de la naturaleza, con el sonido de los pájaros y mirando las estrellas.
Flora y fauna de la Selva de Irati
Entre la rica y especial fauna con la que podréis convivir un rato, se encuentran ciervos, corzos, martas, jabalíes, nutrias, gallipatos, víboras hocicudas, tortugas mora y el tritón pirenaico, entre otras muchas. ¡Ya podéis abrir bien los ojos! Y si os gusta la fotografía no olvidéis llevar vuestra cámara con unos buenos objetivos telescópicos.
Por el Oeste, el pueblo de Orbaizeta nos adentra en el valle de Aezkoa y destaca por los peculiares hórreos, unas construcciones que complementaban a las casas y donde se guardaba el grano. Desde este lugar se sugieren la visita a la misteriosa cueva de Arpea, cruzar el puente colgante de Aribe, las vistas desde el mirador de Zamariáin.
Por el Este, Ochagavía , un pueblo rural muy pintoresco, nos sumerge en el valle de Salazar. Desde este punto se recomienda realizar la ruta de Garxot, pasar por el puente colgante de Holtzarte, subir hasta el mirador de Goñiburu y no perderse las gargantas de Kakueta, casi en la parte francesa. Un dato curiosos es que desde aquí comienza el conocido Camino Francés que llega a Santiago de Compostela.
Además, en plena selva se pueden realizar multitud de actividades divertidas y para todos los gustos en un ambiente natural. Desde paseos a caballo para ir al galope, descensos por cañones por el Barranco de Arandari, escalada sencilla para saber lo que se siente al estar colgado y rutas en bici para poder ver a través de los frondosos bosques. ¡Hay tanto donde elegir!
Navarra se merece una visita larga que se acabe convirtiendo en un viaje de varios días. Es sin duda una experiencia plena de las que típicamente nos sacan un resuelto: ¡Esto es vida!
¡Conectar con la selva de Irati es caminar, curiosear y sentirse uno más!