En la actualidad la infidelidad es un problema en las parejas que está a la orden del día, nos cuesta gestionarla y es causa de muchas rupturas. ¿Es infidelidad si es solo físico?, ¿tener conversaciones sugerentes con una persona significa que estoy siendo infiel?
Es importante recordar que hay muchos tipos de parejas, pero difieren mucho de unas a otras y cada una de ellas es un mundo formado por los miembros de la misma, donde se construyen las normas que la rigen, el concepto infidelidad varía, ya que es un concepto que hay que acordar y debe ser un tema que abordar en la relación.
Ante las preguntas anteriores no hay una respuesta correcta, para responderlas es necesario hablarlo con tu pareja y acordar entre los dos que circunstancias consideraríais una infidelidad y qué límites queréis marcar puesto que serán necesarios para llevar una relación con total confianza.
Ahora bien, una vez rotos los pactos formados por la pareja, nos surge la siguiente pregunta: ¿qué puedo hacer?
La infidelidad es un momento donde surgen muchas emociones, todas ellas igual de válidas y muchas veces nos desbordan haciendo que nos bloquemos y no sepas como responder, ¿lo\a perdono?, ¿cómo podría volver a confiar?, los pasos para responder a eso serían los siguientes.
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Paso 1: Déjate sentir
Los primeros momentos cuando te enteras o te confiesan que te han sido infiel son complicados, puede que ni sepas muy bien como sentirte, pero es importante dejarte sentir, es necesario conocer el impacto emocional que ésta circunstancia ha provocado y validar cualquier emoción que te surja en ese momento, pues surgen de manera automática.
No os culpéis por lo que sentís, pueden ser sentimientos muy variados, desde tristeza, enfado, indefensión, etc. Es importante sentirlos, darte tiempo para pensar, y no actuar en caliente y movidos bajo impulso. Una vez te has dado tu tiempo pasaremos al siguiente paso.
Paso 2: Analiza la situación
Como se ha comentado anteriormente cada relación tiene un código, unas reglas que les permite tener un acuerdo de lo que los dos consideran una infidelidad, pues ésta palabra abarca muchas situaciones diferentes.
Es necesario analizar la situación lo más neutral posible para que nos permitamos tener una visión objetiva de lo sucedido, para poder descubrir que es lo que puede estar yendo mal en la relación, cuáles han sido los motivos de dicha infidelidad, estos pueden ser muchos, desde no pasar suficiente tiempo en pareja, falta de comunicación, etc.
Una vez se ha roto éste acuerdo es necesario recalcar que no hay una única solución válida pues para muchas personas la infidelidad es motivo de ruptura, pero para otras no. Lo que sí es relevante es recalcar el conocerse a uno mismo, ver que es un momento de repararse a sí mismo y pensar si quiero continuar con la relación.
Paso 3: Tómate tu tiempo
Es un momento complicado y requiere tiempo, tanto si se decide continuar la relación como si se rompe, cada uno de los pasos anteriores no se resuelven de la noche a la mañana y cada persona requiere un tiempo, tómate todo el que necesites, pues éste choque de realidad al que te enfrentas no es una situación para la que solemos estar preparados.
Paso 4: Toma una decisión
Para tomar una decisión primero se hace necesario recordar que no se debe continuar si lo único que mueve a esa decisión es un sentimiento de dependencia. Todos hemos escuchado la frase de “es que sin mi pareja no soy nada”, “mi pareja lo es todo para mi”, pues bien suelen ser señales de alarma para detectar que esa persona no tiene claro cuáles son sus necesidades afectivas, haciendo que esa persona quede atrapada y no sepa acabar con la relación.
Por lo tanto, estaríamos ante dos soluciones igual de validas:
Si se decide continuar con la relación hay que tener en cuenta que es necesario construir un pilar básico en una relación como es la confianza y aunque la comunicación es necesaria para llegar a acuerdos en la relación, en estas circunstancias hablar no será suficiente, deberá ser acompañado de hechos y será un proceso largo donde ambos deben estar comprometidos para continuar e invertir tiempo y esfuerzo por buscar una solución válida para ambas partes.
Se deberá dejar un espacio para la comunicación desde la perspectiva de no juzgar, pues esto puede permitir a ambas personas expresar lo que sienten y los motivos que hayan podido llevar a la relación a ese punto. En ese ambiente de dialogo debe sacarse todo aquello que se sienta respecto a la relación pues debe ser un punto de inflexión y a partir de ahí construir una relación más sana.
En el caso de decidir romper se hace necesario recordar que no será un proceso fácil y que también será lento, cuando las relaciones son largas muchas veces las personas olvidan quiénes eran antes de estar con su pareja y les cuesta gestionar el estar solas. Una separación implica reconstruirse, pasar tiempo con uno mismo, descubrir que aficiones te gustan o retomar hobbies que pudieses realizar antes de la relación, no es una cuestión de evitar sentir o pensar sino más bien de reencontrarse con uno mismo, puede ser también un momento en el que retomar ciertas relaciones amigos, familiares, puesto que el apoyo social puede ser un pilar que te facilite estos momentos.
Paso 5: Establece una relación sana
Una vez tomada cualquiera de las posibles decisiones, llega el momento de establecer una relación sana tanto contigo como con tu pareja en el caso de querer continuar.
Para ello es importante conocerse, saber poner límites y aprender a expresar nuestras necesidades, construir una relación cuyos pilares sean el respeto y la confianza, no culparse por tener ciertas emociones como pueden ser inseguridad, celos, miedo, etc. Pueden surgir de forma involuntaria, el aprender a gestionarlos te ayudara a estar mejor contigo y con otras personas, evitar comentarios despectivos o de reproche hacia uno mismo y trabajar por mejorar, aceptarte y quererte.